La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, manifestó que su administración se mantiene en estado de alerta y observación ante la crisis política que sacude a Honduras. Esta postura surge como respuesta directa a las declaraciones de la mandataria hondureña, Xiomara Castro, quien denunció públicamente la ejecución de un presunto “intento de golpe de Estado”. La tensión en el país centroamericano ha escalado drásticamente debido a que, tras dos semanas de haberse realizado los comicios presidenciales, aún prevalece la incertidumbre sobre el ganador oficial.

Sheinbaum subrayó que la política exterior de su gobierno prioriza la defensa de la democracia y el respeto absoluto al derecho de las naciones para elegir a sus gobernantes sin presiones externas. En este contexto, la mandataria mexicana fue tajante al señalar que su administración no respaldará ninguna forma de intervencionismo, ni validará las acciones de grupos que busquen desestabilizar el orden constitucional apelando a intereses ajenos a la voluntad del pueblo hondureño.

Por su parte, Xiomara Castro calificó la situación actual como una agresión sistemática diseñada para romper la institucionalidad democrática de su país. Ante la gravedad de los hechos, la presidenta hondureña emitió un llamado urgente a una movilización ciudadana pacífica en la capital, Tegucigalpa. El propósito de esta convocatoria es establecer un frente civil que defienda el mandato popular y asegure que el proceso electoral concluya respetando la decisión emitida en las urnas, evitando así una ruptura del hilo constitucional.