La próxima entrada en operación de una supercomputadora impulsada por el Gobierno de México abre un nuevo frente tecnológico para tareas de exploración energética.

La infraestructura, diseñada para acelerar el procesamiento de grandes volúmenes de datos, será aprovechada por Petróleos Mexicanos (Pemex) con el fin de identificar zonas con potencial petrolero mediante análisis de alto rendimiento.

De acuerdo con la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), esta herramienta permitirá ejecutar en cuestión de horas cálculos que hoy requieren días o incluso semanas.

Entre las aplicaciones previstas se incluyen evaluaciones de escenarios de perforación, simulaciones complejas y el cruce de información geofísica, elementos que suelen ser determinantes para precisar dónde conviene desplegar equipos y recursos en campo.