La expresidenta del Tribunal Supremo de Nepal, Sushila Karki, fue nombrada este viernes como primera ministra, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar el cargo. Su designación ocurre tras la dimisión de KP Sharma Oli, líder del Partido Comunista, quien renunció en medio de violentas protestas que sacudieron al país durante la semana.

El gobierno de Sharma Oli enfrentó una oleada de manifestaciones a raíz de la decisión de bloquear las redes sociales y de las denuncias de corrupción. La represión de las protestas dejó al menos 51 muertos y una crisis de gobernabilidad que precipitó su salida. Durante los disturbios, incluso fue incendiada la sede del Parlamento, y se desconoce el paradero del exmandatario.

El caos también impactó en el sistema penitenciario, luego de que unos 13,500 reclusos escaparan de las cárceles en medio de la inestabilidad. Según las autoridades, solo 200 fueron recapturados hasta el viernes, mientras que más de 12,500 continúan prófugos. La situación ha puesto bajo presión a las fuerzas de seguridad y al nuevo gobierno.

Sushila Karki, de 73 años, asumió su cargo en una ceremonia ante el presidente Ram Chandra Paudel, quien expresó sus buenos deseos a la nueva jefa de gobierno. Con un país de 30 millones de habitantes afectado por el desempleo juvenil y una economía debilitada, la mandataria enfrentará el reto de estabilizar a Nepal y encaminarlo hacia la recuperación.