La mañana de este domingo 20 de abril, un hombre de la tercera edad fue hallado sin vida a la orilla de la carretera Morelia–Salamanca, a la altura de la comunidad de El Carrizal. El hallazgo fue reportado por automovilistas que transitaban por la zona rural, ubicada a pocos kilómetros de la zona metropolitana de Morelia.
El cuerpo presentaba un impacto de bala en la cabeza y sostenía una pistola en una de sus manos. De acuerdo con autoridades policiales, no se encontraron signos evidentes de violencia adicional en la escena. Esto llevó a plantear, de manera preliminar, la hipótesis de un suicidio. Sin embargo, la Fiscalía General del Estado no ha emitido ningún dictamen oficial y mantiene abiertas otras líneas de investigación, incluida la posibilidad de un homicidio.
Elementos de seguridad pública acordonaron el área, mientras que personal de la Unidad de Servicios Periciales y del Servicio Médico Forense realizó el levantamiento del cadáver. El hombre no fue identificado en el lugar y fue trasladado en calidad de desconocido. Hasta el momento no se ha confirmado si existe una denuncia de desaparición previa vinculada al caso.
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Casos en los que se simula un suicidio para encubrir un homicidio han sido documentados en distintas regiones del país. Aunque no existen cifras oficiales, especialistas en medicina legal advierten que la falta de investigaciones rigurosas, personal forense capacitado o protocolos estandarizados puede derivar en clasificaciones erróneas. Investigaciones académicas, como las realizadas por la UNAM, han identificado esta práctica como un reto estructural para los sistemas de justicia estatales.
La carretera Morelia–Salamanca ha sido escenario de diversos hechos violentos en los últimos meses. En julio de 2024, dos hombres fueron encontrados ejecutados y maniatados debajo de un puente en el entronque con la carretera a San Agustín del Maíz. En otro caso, un joven de aproximadamente 22 años fue asesinado a balazos y su cuerpo fue abandonado en la misma vía, a la altura de Copándaro.
En paralelo, el suicidio entre adultos mayores ha registrado un incremento sostenido en Michoacán, según cifras del Inegi, particularmente en contextos de enfermedad, abandono o aislamiento. Ambos escenarios, el suicidio y la posible manipulación de la escena, exigen por igual un tratamiento institucional riguroso.
El hallazgo de una persona muerta en vía pública debe investigarse con rigor, sin conclusiones anticipadas. Sea un suicidio o un homicidio, lo que está en juego es el derecho a la verdad. Dar por cerrado un caso sin agotar todas las líneas no solo compromete la justicia, refuerza la idea de que hay muertes que no merecen respuesta.