Entre enero y septiembre de 2023, la temperatura media global superó en 1.54 grados Celsius la de mediados del siglo XIX, una referencia clave para prevenir efectos catastróficos en la naturaleza y la humanidad, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Aunque el calentamiento global a largo plazo se mantiene por debajo de este umbral, los últimos diez años han sido los más cálidos registrados, mientras que la temperatura del océano sigue en ascenso.
El Boletín del Estado del Clima de la OMM, presentado durante la COP29 en Azerbaiyán, también destaca que la extensión del hielo en la Antártida ha alcanzado niveles mínimos históricos y que el retroceso de los glaciares se acelera.
Este decenio, 2015-2024, se perfila como el más caluroso, lo que anticipa el aumento del nivel del mar y la intensificación de fenómenos climáticos extremos que impactarán a comunidades y economías globalmente.
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La OMM aclara que, a pesar de que el calentamiento actual supere los 1.5 ºC, esto no implica un fracaso en los objetivos del Acuerdo de París, ya que las temperaturas están sujetas a variaciones por anomalías climáticas, como “El Niño” y “La Niña”.
Sin embargo, enfatizan que cada fracción de grado de aumento tiene un impacto significativo en la severidad de eventos climáticos extremos.
La secretaria general de la OMM, Celeste Saulo, advirtió que fenómenos como lluvias e inundaciones sin precedentes, intensificación de ciclones, olas de calor, sequías y devastadores incendios forestales son la nueva realidad y un indicativo del futuro.