El crecimiento económico mundial se desacelera y este año cerrará con una expansión de apenas 2.7 %, reportó el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), al advertir que el mundo no enfrenta una simple recesión cíclica, sino una transición estructural más profunda.
El organismo señaló que factores como la fragmentación política, el retiro de estímulos fiscales, políticas cada vez más intervencionistas en Estados Unidos, y una elevada carga de deuda están modificando de fondo la asignación de capital a nivel global.
“La economía mundial entra en una nueva fase”, advirtió el IIF en un reporte reciente.
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Estados Unidos, epicentro de la tensión comercial, apunta a un crecimiento de solo 0.3 % en el último trimestre de 2025. La eurozona y Japón proyectan avances aún más débiles, de 0.7 % y 0.1 %, respectivamente.
A ello se suman efectos negativos del llamado One Big, Beautiful Bill, impulsado por Donald Trump, que prevé nuevos aranceles y gravámenes que podrían disparar el déficit fiscal.
China, por su parte, cumple con su meta de crecimiento, pero sus políticas para impulsar el consumo son limitadas. La baja confianza y la debilidad en inversión e infraestructura frenan su impacto global, concluyó el IIF.