La expectativa futbolística no es la única que gira en torno a la final de la Copa Libertadores entre Fluminense y Boca Juniors, sino la tensión y los conatos de violencia que se han generado en las últimas horas en Río de Janeiro.

A un día de que se realice el encuentro en el estadio Maracaná, los hinchas xeneizes de a poco han arribado a Brasil y con ello ya se presentaron los primeros enfrentamientos.

En la playa de Copacabana, la policía militar utilizó balines de goma y lacrimógeno para reprimir a los seguidores argentinos, quienes previamente habían tenido un ligero choque con los hinchas del Fluminense.

Dicha situación ha desatado la furia de los líderes de la barra brava La 12, mismos que se espera que arriben a Río de Janeiro en las próximas horas junto a otros 400 integrantes del grupo.

Dentro de este convoy, se prevé la llegada de Rafael Di Zeo y Mauro Martin, quienes comparten el liderazgo de La 12, además de que ambos tienen amplia experiencia acompañando al equipo por distintas partes del mundo.

Amenazas previas

En una entrevista con el periodista argentino Flavio Azzaro, otro de los cabecillas de la barra de Boca, Marcelo “Manco” Aravena, fue tajante y lanzó una advertencia a los hinchas de Fluminense.

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“La gente que espere que lleguemos nosotros y que los de Fluminense nos vengan a buscar. Vamos a defender a la hinchada de Boca. Que nos vengan a buscar. Están obligados a pelear con la barra de Boca, barra con barra, que no peleen con la gente”, expresó ante el comunicador.

Y es que en la búsqueda de su séptimo título de Libertadores, los xeneizes no se han medido y se estima que cien mil hinchas estarán en Brasil para acompañar a su equipo, cosa que no cayó en gracia en la fracción de seguidores del Fluminense.

Llamado de Conmebol

Ante el entorno que se vive, la Conmebol apareció para hacer un llamado a las autoridades brasileñas con el fin de que redoblen los operativos de seguridad y no se presente ningún enfrentamiento más.

Para la tarde de hoy, los seguidores de Boca tienen planeado realizar un “banderazo”, por lo que solicitan a la policía militar que monte un rondín fijo en el que se resguarde la integridad de las personas.

De la misma forma, se tiene contemplado un fuerte operativo el día de mañana en los alrededores del Maracaná, así como en los hoteles de concentración de los equipos.

Por último, la Conmebol pidió a los hinchas de ambos clubes a mantener la cordura y vivir la final en paz y en un ambiente de fiesta, siempre recordando los valores que promueve el deporte.