Cuatro años después de su anuncio, el proyecto del gobernador de Texas, Greg Abbott, para construir un muro de más de mil 300 kilómetros en la frontera con México ha perdido el respaldo presupuestal del Congreso estatal.
A pesar de ser presentado como parte del “plan fronterizo más sólido e integral” del país, los legisladores excluyeron al muro del reciente presupuesto aprobado, dejando su avance en apenas 8 % de lo proyectado.
La senadora Joan Huffman, principal redactora del presupuesto estatal, confirmó que los tres mil 400 millones de dólares destinados a seguridad fronteriza serán asignados principalmente al Departamento de Seguridad Pública y a la Guardia Nacional de Texas.
Estas corporaciones son responsables de ejecutar la Operación Estrella Solitaria, que incluye arrestos de migrantes en colaboración con agencias federales, pero no contempla la continuación del muro.
La construcción, iniciada en diciembre de 2021, requería más de 20,000 millones de dólares y décadas para su conclusión. Aunque recibió respaldo del presidente Donald Trump, quien prometió acelerar su finalización durante su segundo mandato, hasta la fecha solo se han completado poco más de 100 kilómetros dispersos.
El gobernador Abbott, que anteriormente defendió la obra como necesaria ante la “crisis fronteriza”, no ha emitido comentarios sobre la cancelación del financiamiento.
Críticas al proyecto no se han hecho esperar. El senador demócrata Roland Gutiérrez calificó el muro de “porquería” y acusó a Abbott de malgastar recursos públicos con fines propagandísticos.
A su vez, analistas como Joel Montford lo han descrito como un programa fallido, ineficaz y costoso para los contribuyentes. La obra, que combinaba acero endurecido y concreto reforzado, queda ahora como un símbolo inconcluso del debate migratorio en Texas.