El gobierno de Texas ha intensificado sus esfuerzos para frenar el cruce de migrantes desde México, anunciando un refuerzo a la barrera flotante sobre el Río Bravo y la extensión del alambre de púas en el corredor de Eagle Pass.
La medida fue comunicada por el gobernador Greg Abbott como parte de la operación Lone Star, que se inició en marzo de 2021, y busca una reducción drástica de los cruces fronterizos antes del regreso del presidente electo Donald Trump a la Casa Blanca.
Las nuevas boyas fueron instaladas cerca del Puente 1, una zona de alto flujo migratorio que separa a Piedras Negras, Coahuila, de Eagle Pass.
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Desde la implementación de la operación, los cruces irregulares hacia Texas han disminuido en 86 %, con más de 526 mil detenciones y 41 mil cargos por delitos graves registrados.
Abbott afirmó en redes sociales que, a pesar de los intentos de la administración Biden por desmantelar esas barreras, Texas mantendrá la barrera flotante.
El presidente Biden solicitó la eliminación del muro, argumentando que fue construido sin autorización federal y que presenta preocupaciones humanitarias y ambientales.
Sin embargo, un tribunal falló a favor de Texas, permitiendo que la barrera permanezca.
El gobernador también destacó que el programa de transporte de migrantes ha contribuido a reducir tanto el número de cruces ilegales como la cantidad de migrantes enviados a ciudades santuario, lo que refuerza su posición de disuasión ante la migración irregular.