El Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas (DSHS) confirmó la muerte de un niño no vacunado debido al sarampión, en medio de un brote que ya afecta a 124 personas en las comunidades de South Plains y Panhandle.

Este brote, considerado el más grave en los últimos 30 años en Texas, ha llevado a la hospitalización de al menos 18 personas.

Durante la primera reunión de gabinete del Gobierno de Donald Trump, el secretario de Salud, Robert Kennedy Jr., informó que dos personas han fallecido por la enfermedad y que las autoridades trabajan para contener su propagación.

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La mayor parte de los casos se registran en una comunidad menonita con bajas tasas de vacunación, donde el virus se extendió rápidamente.

El DSHS advirtió que el sarampión es altamente contagioso y puede ser mortal para quienes no están vacunados.

Los primeros síntomas incluyen fiebre alta, tos, secreción nasal y ojos rojos, seguidos por un sarpullido que comienza en la cara y se extiende al resto del cuerpo. La enfermedad puede derivar en complicaciones graves como neumonía, que afecta a una de cada 20 personas infectadas.