Fraccionadoras y constructoras fueron desplazadas de las preferencias de los trabajadores para el ejercicio de créditos de vivienda en México.

Los altos costos de la vivienda “nueva”, la especulación del mercado inmobiliario y la falta de equipamiento urbano provocaron la disminución de los créditos destinados a la compra de casas.

Datos de Infonavit revelaron que el 55 % de los trabajadores se inclinaron por créditos para construcción, adquisición de inmuebles existentes, mejoramiento y otros productos de la institución federal.

El delegado de Infonavit en Michoacán, Sergio Adem Argueta, acusó que la política neoliberal de los programas sociales benefició a la industria inmobiliaria por encima de las necesidades de los trabajadores.

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“Desde el 2018 el presidente López Obrador puso como prioridad al trabajador y nos mantenemos en esa línea”, explicó.

La tendencia de construcción de las fraccioandoras orilló a que en Michoacán se tengan registros de más de tres mil viviendas abandonadas en desarrollos habitacionales que no garantizan el acceso a servicios básicos, equipamiento urbano y calidad de vida.

Los casos más evidentes son Misión del Valle en Morelia y Villas del Pedregal, donde la misma distancia les convirtió en bastiones de la violencia.

La tendencia se invirtió en solo 3 años; del 2018 al 2024 en Michoacán se colocaron 30 mil créditos Infonavit, principalmente en puntos como la Ciudad de Morelia.