A pesar de tener aproximadamente 10 mil empleados distribuidos en 241 oficinas en Estados Unidos y 93 en el extranjero, encargados de desmantelar redes criminales de drogas, la DEA se ha visto envuelta en escándalos de corrupción y complicidad con el narcotráfico.
Uno de los casos más destacados involucra al agente José Irizarry, quien fue condenado a 12 años de prisión después de admitir haber colaborado con cárteles colombianos para lavar dinero, además de apropiarse de millones de dólares en bienes confiscados y pagos a informantes, los cuales utilizó para financiar un estilo de vida lujoso.
Irizarry señaló que su caso no era único dentro de la DEA, y afirmó que varios de sus colegas, incluyendo agentes federales, fiscales e informantes, participaron en actividades ilícitas conocidas como el “Equipo América” en tres continentes.
A raíz del caso, investigadores del Departamento de Justicia han comenzado a interrogar a un número significativo de agentes de la DEA y fiscales acusados por Irizarry; incluso el juez que lo sentenció afirmó que el acusado fue quien cayó, pero era evidente que había otros involucrados.
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Irizarry declaró que sus acciones surgieron de su percepción de que la guerra contra las drogas era una farsa. “No puedes ganar una guerra no ganable. La DEA sabe eso y los agentes también…. Sabemos que no estamos haciendo una diferencia”.
El jefe regional de la DEA en México, Nick Palmeri, se retiró de forma repentina en 2021, un día antes de ser destituido. Sucedió después de que se supo que se había reunido varias veces con abogados de líderes de cárteles y había hecho un uso inapropiado de fondos para gastos personales, entre otras acciones.
El incidente llevó a un exagente de la DEA a declarar al Washington Post: “no puedes arreglar lo que está mal en el gobierno mexicano si tu propia casa está en llamas”.
A pesar de informes habituales sobre agentes que han aceptado sobornos, colaborado en operaciones de lavado de dinero, filtrado información a narcotraficantes o robado bienes confiscados, entre otros actos, los escándalos parecen tener poco impacto en la agencia.