Para la presidenta de la asociación civil Humanas Sin Violencia, Lucero Circe López Riofrío, la adecuación de dos unidades del transporte para el uso exclusivo de mujeres en la ciudad de Morelia no subsana las desigualdades que enfrentan estas en el espacio público.
A 15 días de que el Gobierno de Morelia instaurara ese programa piloto en la ruta Paloma Azul, la activista señaló que esta iniciativa, al igual que en otros estados donde se ha aplicado, tiene el defecto de que solamente se centra en el uso del transporte y no en una serie de derechos para las mujeres “que las autoridades no terminan de entender”.
“Esto tiene que ver con el derecho a la movilidad y el derecho que tienen las mujeres a que se nos garantice una política en este rubro. Yo no veo estrategias para que nos sintamos seguras y me preocupa que lo estén planteando como una solución cuando no se está discutiendo en el Congreso [de Michoacán] o el Cabildo [de Morelia] problemáticas como el acoso sexual callejero”, expresó.
Como ejemplo de lo anterior, precisó el caso de la Ciudad de México, donde al igual que en Morelia, ese tipo de unidades siguen siendo conducidas por hombres, quienes, en aquella urbe, muestran pocas medidas de seguridad para resguardar a las mujeres, ya que muchas de ellas usan el transporte acompañadas de sus hijos.
Si bien dijo que es un buen intento, López Riofrío aseveró que no observa que detrás de ese programa piloto exista una política pública, sobre todo en la ampliación de la movilidad, ya que, argumentó, hay zonas de Morelia donde no ingresan las unidades del transporte público.
“No nos gusta esta apropiación territorial que tiene el transporte. Hay colonias que se expandieron y las combis no entran simplemente porque a los dueños no se les da la gana”, acotó.
Puntualizó que en San Juanito Itzícuaro existe un problema en ese sentido, ya que hay áreas donde las rutas no llegan y eso obliga a las mujeres a caminar amplios tramos por las mañanas y las noches, exponiendo de esta manera su integridad.
Poco redituable
Un propietario de camiones de la ruta Paloma Azul, quien prefirió reservarse su identidad, explicó que aunque se trata de una buena idea para procurar la seguridad de las mujeres, operativamente es poco redituable.
Detalló que estas dos unidades que forman parte del programa piloto, circulan cada dos horas y 40 minutos por la ruta que comprende la Tenencia Morelos, la zona escolar (ENEF, UNAM, TEC 2), Xangari, Calzada La Huerta, Lázaro Cárdenas y el mercado Independencia.
Debido a la amplitud de tiempo de espera, refirió que gran parte del día estas unidades van vacías, ya que además, argumentó, la salida de las estudiantes varía según sus horarios escolares.
“Las unidades se van desgastando y requieren de un mantenimiento en el cambio de aceite, frenos y llantas, lo que en promedio se destinan 4 mil pesos. Adicionalmente, el gasto mensual en diésel es aproximadamente de 40 mil pesos; entonces operativamente al dueño le genera pérdidas económicas”, expuso.
Añadió que es difícil que más unidades se vayan a sumar a esta propuesta del Ayuntamiento capitalino, ya que no hay un subsidio ni ningún tipo de esquema de apoyo que ayude a solventar los gastos.