La Asociación Nacional de Transportistas (ANTAC), junto con diversas agrupaciones campesinas, anunció que el próximo lunes se llevará a cabo un mega bloqueo nacional para exigir al Gobierno federal acciones urgentes frente al aumento de la inseguridad, las extorsiones y los ataques en las carreteras del país, problemas que aseguran se han prolongado durante años sin solución.

En entrevista radiofónica, Jeannet Chumacero, vicepresidenta de Comunicación y Enlace de la ANTAC, explicó que la decisión de movilizarse surge tras meses de reuniones sin avances con autoridades federales.

De acuerdo con Chumacero, el paro nacional del 24 de noviembre contempla que los operadores suspendan labores: no saldrán a ruta ni cargarán mercancía. Los bloqueos, añadió, serán liderados por organizaciones campesinas y se instalarán en puntos estratégicos del territorio nacional.

La vocera subrayó que el movimiento también denuncia un clima de corrupción y extorsiones, no solo por parte del crimen organizado, sino también de “algunos elementos de la Guardia Nacional y corporaciones de seguridad estatales y municipales”.

Aunque la ANTAC mantiene bajo reserva la estrategia final “por motivos de seguridad no daremos detalles hasta el domingo”, precisó Chumacero, se confirmó que habrá cierres en carreteras de Chihuahua, Michoacán, Jalisco y Chiapas. También se prevén afectaciones en Ciudad de México, Estado de México, Querétaro, Sonora, Zacatecas, Tamaulipas, Veracruz y Puebla.

La instrucción hacia los operadores es puntual: no circular el 24 de noviembre, pues se prevé la toma simultánea de autopistas y accesos a distintas ciudades. Únicamente se permitirá el paso a vehículos de emergencia, reiteró la dirigenta.

Chumacero señaló que miembros de la organización han recibido intimidaciones por redes sociales y llamadas telefónicas, lo que motivó que la logística se mantenga en confidencialidad. Adelantó que el plan completo será difundido el domingo por la noche e invitó a la ciudadanía a mantenerse informada para evitar contratiempos.

El sector transportista sostiene que la inseguridad en las carreteras se ha convertido en una de sus mayores amenazas, con robos, ataques y extorsiones al alza. La protesta nacional busca presionar a las autoridades para que implementen acciones contundentes que garanticen condiciones mínimas de seguridad para operadores y mercancías.