En un contexto marcado por nuevos episodios de violencia, como el atentado contra la vivienda de la alcaldesa de Queréndaro, el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, hizo un llamado urgente a la reconciliación y al diálogo, reafirmando el compromiso de la Iglesia con la construcción de la paz en Michoacán.
Durante su tradicional mensaje dominical, Garfias expresó su preocupación por los hechos recientes y pidió no normalizar la violencia como parte de la vida cotidiana. “Queremos ser sembradores de esperanza. La violencia no puede tener la última palabra”, sostuvo ante medios de comunicación.
El líder religioso aprovechó también para compartir su experiencia en el Jubileo de la Esperanza, celebrado en Roma, donde se renovó su convicción de que la Iglesia debe jugar un papel activo en la reconstrucción del tejido social, no solo desde los templos, sino en coordinación con autoridades y comunidades afectadas por la inseguridad.
En alusión al ataque armado en Queréndaro, Garfias recordó que el dolor de las víctimas debe ser atendido con cercanía y acciones concretas. Añadió que ya se están realizando encuentros pastorales con sacerdotes y laicos en distintas regiones, como Zitácuaro, para organizar respuestas comunitarias frente a la violencia.
También reconoció la labor de los medios de comunicación y de los creadores de contenido católicos, a quienes instó a fomentar entornos digitales más humanos, en línea con el llamado del papa Francisco de “sanear las redes” y promover mensajes que construyan y unan.
“Frente al miedo, ofrecemos esperanza. Frente al odio, el perdón. No dejemos que el mal nos divida más”, concluyó.