La directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, Kimberly Cheatle, decidió dejar su puesto tras el intento de asesinato contra el expresidente Donald Trump.

En un correo electrónico enviado al personal este martes, Cheatle reconoció su responsabilidad y destacó la decisión que tomó en medio de la creciente presión y críticas.

El anuncio se produce después del incidente durante el mitin de campaña de Donald Trump en Pennsylvania, donde un hombre armado logró dispararle al expresidente, además de ocasionar la muerte de varias personas.

Cheatle enfrentó una condena bipartidista al comparecer ante la Comisión de Supervisión de la Cámara de Representantes, donde se negó a aclarar cuestiones importantes sobre el plan de seguridad para el evento y las acciones de las fuerzas del orden ante el comportamiento sospechoso del atacante.

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Su actitud evasiva generó la frustración de múltiples legisladores, quienes clamaron por su dimisión.

“Asumo toda la responsabilidad por la falla de seguridad”, afirmó Cheatle en su mensaje al equipo del Servicio Secreto.

Las críticas han girado alrededor de la falta de medidas para asegurar el tejado de un edificio industrial cercano, desde el cual el agresor se había encaramado a unos 140 metros de Trump.

La decisión de declarar el área fuera del perímetro de seguridad ha sido señalada por exagentes del Servicio Secreto y varios legisladores como un grave error que podría haber tenido consecuencias fatales.