La Policía de Hong Kong arrestó a tres hombres presuntamente vinculados al estado deficiente de los edificios donde un incendio masivo ha dejado 75 muertos, 76 heridos, entre ellos diez bomberos y 279 personas desaparecidas, de acuerdo con el último balance oficial. Las autoridades investigan si fallas estructurales o materiales inadecuados contribuyeron a la magnitud de la tragedia.
El fuego, que estalló la tarde del miércoles, arrasó siete de las ocho torres de 31 pisos del complejo residencial Wang Fuk Court, en el distrito de Tai Po. Con cientos de desaparecidos y 62 residentes aún atrapados, el incidente ya es considerado el peor incendio urbano que ha sufrido Hong Kong en los últimos 30 años.
Las primeras pesquisas apuntan a una propagación anómala de las llamas, acelerada por andamios de bambú cubiertos con lonas de obra, mallas de seguridad y láminas de poliestireno expandido altamente inflamable, instalados para trabajos de renovación exterior iniciados en 2024. La presencia de estos materiales ha sido confirmada por las autoridades, que calificaron de “inusual” la rapidez con que el fuego se extendió por los edificios.
Los bomberos lograron rescatar con vida a un hombre hallado en la escalera del piso 16 de uno de los bloques afectados. Sin embargo, las labores continúan entre estructuras debilitadas, altas temperaturas y espacios llenos de humo.
Tras casi diez horas de combate, el incendio fue controlado en la mayoría de los edificios al amanecer de este jueves, y más tarde las autoridades declararon que todos los focos estaban finalmente bajo control. El operativo ha requerido un despliegue extraordinario: 1,250 bomberos, 304 vehículos de emergencia, 26 equipos especializados y cuatro drones para vigilancia aérea.
A medida que avanza la investigación, la detención de los tres sospechosos se perfila como un punto clave para esclarecer si hubo negligencia que contribuyó al saldo fatal que mantiene en vilo a la ciudad.