El 19 de julio de 1974, un comando armado del Ejército mexicano irrumpió en la comunidad purépecha del Terejero, en el municipio de Zacapu, en Michoacán, para llevarse a cinco integrantes de la familia Guzmán Cruz. Cuarenta y nueve años después, los hechos siguen impunes.
Aunque hay documentos de que los desaparecidos fueron interrogados por autoridades federales, no hay quien asuma la responsabilidad del paradero de los familiares.
La familia Guzmán Cruz denuncia que el tema de la desaparición forzada es una constante en Michoacán, y que lejos de evitarse, sigue reproduciéndose en prácticamente todas las regiones de la entidad.
En conferencia de prensa, el profesor e investigador Abdallan Guzmán Cruz, exigió justicia a las autoridades por sus familiares desaparecidos, así como de todos los casos que diariamente se registran en Michoacán.
Guzmán Cruz denunció también que desde hace una década la Corte Interamericana de Derechos Humanos admitió la queja, pero que no la ha resuelto. Ese hecho, por el tiempo transcurrido, es considerado como una omisión por parte de los pueblos originarios.