Un operativo militar estadounidense contra una supuesta embarcación vinculada al narcotráfico en el Mar Caribe dejó tres personas muertas, confirmó este sábado el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, en medio de una creciente controversia internacional por el uso de la fuerza en aguas internacionales.
El jefe del Pentágono informó que el ataque fue dirigido contra una lancha que, según inteligencia estadounidense, transportaba drogas ilegales y formaba parte de una red de contrabando. “Nuestra información confirma que la embarcación estaba involucrada en actividades ilícitas. Tres narcoterroristas se encontraban a bordo”, declaró Hegseth en un mensaje publicado en la red social X.
El incidente se suma a más de 15 ataques realizados por Estados Unidos desde septiembre en el Caribe y el Pacífico oriental, los cuales han dejado al menos 65 personas muertas, de acuerdo con reportes oficiales y de organizaciones internacionales.
Washington sostiene que sus operaciones marítimas buscan desarticular redes de tráfico de drogas y grupos catalogados como ‘narcoterroristas’, para lo cual ha desplegado barcos de guerra y aeronaves de combate en zonas cercanas a Puerto Rico y el norte de América del Sur.
Sin embargo, varios expertos en derecho internacional y derechos humanos han calificado estas acciones como ejecuciones extrajudiciales, argumentando que se realizan sin procesos judiciales ni evidencia pública que respalde las acusaciones de narcotráfico.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) volvió a expresar preocupación el viernes pasado. El alto comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, instó a Washington a detener inmediatamente estos ataques, al considerar que “las muertes se han producido en circunstancias que no tienen justificación bajo el derecho internacional”.
En América Latina, los ataques han sido duramente criticados. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó a Estados Unidos de utilizar el combate al narcotráfico como “pretexto para promover un cambio de régimen” en la región.
En contraste, el presidente estadounidense Donald Trump defendió la estrategia militar y advirtió que no descarta extender las operaciones a objetivos terrestres en Venezuela y Colombia, bajo el argumento de combatir directamente a las redes del narcotráfico. “De ocurrir, el Congreso será informado”, aseguró el mandatario.