De acuerdo con las primeras proyecciones, la coalición de izquierda conocida como el Nuevo Frente Popular logró una sorprendente victoria en la segunda vuelta de las elecciones parlamentarias de Francia, frenando así el avance del partido de extrema derecha Agrupación Nacional, liderado por Marine Le Pen.

Tras una primera vuelta en la que la Agrupación Nacional se situó cerca del poder, los franceses optaron por apoyar a la alianza de izquierdas, que se posicionó como claro triunfador en los principales sondeos.

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A pesar de ello, ninguno de los grupos contaría con la mayoría en el Legislativo, con la alianza centrista del presidente Emmanuel Macron en segundo lugar y la extrema derecha en tercero en número de diputados.

Las elecciones parlamentarias anticipadas, convocadas repentinamente por Macron hace un mes, generaron una estrategia entre los candidatos de izquierda y centro de muchos lugares, quienes se retiraron de la contienda para unir los votos anti-RN en un solo contendiente.

Dicha táctica, de confirmarse los sondeos, resultó en un éxito para la coalición de izquierda.