El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió que cualquier país que mantenga negocios con Rusia podría enfrentar “sanciones muy severas”, y dejó abierta la posibilidad de incluir a Irán en la medida. La declaración se dio mientras respaldaba una iniciativa en el Congreso estadounidense diseñada para presionar al mandatario ruso Vladimir Putin.

Desde el Aeropuerto Internacional de Palm Beach, en Florida, Trump aseguró a la prensa que está de acuerdo con la legislación que se discutirá en el Congreso, la cual propone imponer aranceles a naciones que importen energéticos rusos y sanciones secundarias para empresas extranjeras que participen en la producción de energía de Rusia. “Los republicanos están proponiendo legislación muy dura… podrían añadir a Irán a eso, como yo lo sugerí”, afirmó.

El mandatario recordó que estas medidas se suman a las sanciones anunciadas en agosto por el Departamento del Tesoro contra las principales petroleras rusas, Rosneft y Lukoil, con el objetivo de limitar la capacidad del Kremlin y fomentar una resolución pacífica de la guerra en Ucrania.

Trump, quien ha mostrado interés en obtener un Premio Nobel de la Paz, se reunió el 15 de agosto con Putin buscando un alto al fuego, pero aseguró que continúa su postura firme frente a Moscú. Desde el inicio del conflicto en febrero de 2022, Estados Unidos ha sancionado a más de seis mil personas y entidades vinculadas a la maquinaria bélica rusa, incrementando la presión conforme se han registrado nuevas ofensivas y escaladas.

Con estas declaraciones, Trump ratifica su intención de endurecer las sanciones y de ejercer presión internacional sobre Rusia, dejando claro que no dudará en incluir a otros países que mantengan relaciones comerciales con Moscú, incluso si ello implica sumar a Irán en la ecuación.