El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que su gobierno impondrá un arancel del 200 % a los productos alcohólicos de la Unión Europea (UE) si el bloque no retira las tarifas impuestas al whisky estadounidense.

La medida surge como respuesta a la decisión de la UE de gravar este producto, luego de que Washington aplicara un arancel del 25 % a las importaciones de acero y aluminio provenientes de varios países.

A través de su cuenta en Truth Social, Trump justificó su postura argumentando que la Unión Europea se ha beneficiado comercialmente a expensas de Estados Unidos.

Además, señaló que la imposición del nuevo arancel favorecería a la industria local del vino y champaña. Mientras tanto, los países europeos analizan nuevas represalias comerciales para contrarrestar las acciones unilaterales del mandatario.

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La escalada de tensiones ha generado incertidumbre en los mercados financieros, donde inversionistas temen un impacto negativo en las relaciones comerciales globales.

Paralelamente, Estados Unidos y Canadá ya han iniciado una disputa arancelaria en el sector metalúrgico, lo que podría afectar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y generar inestabilidad económica en la región.

A pesar de las advertencias de expertos en economía sobre los riesgos de una posible recesión, Trump continúa su estrategia de presión comercial.

Analistas advierten que esta política proteccionista podría afectar a consumidores y empresas estadounidenses, mientras la comunidad internacional evalúa sus próximos pasos ante la postura del gobierno estadounidense.