El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó de “terroristas enfermos” a los responsables de incendiar vehículos Tesla y atacar concesionarios de la marca de Elon Musk.

En un mensaje en la red Truth, expresó su deseo de que los responsables sean sentenciados a 20 años de prisión y sugirió que podrían ser enviados a cárceles de El Salvador, en referencia al acuerdo con el gobierno de Nayib Bukele para trasladar a miembros del Tren de Aragua al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot).

La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, anunció que tres personas han sido acusadas de participar en estos ataques y podrían enfrentar penas de entre cinco y 20 años de prisión.

“Que esto sirva de advertencia: si te unes a esta ola de terrorismo doméstico contra las propiedades de Tesla, el Departamento de Justicia te pondrá entre rejas”, advirtió Bondi. Paralelamente, el FBI en Las Vegas investiga estos hechos como posibles actos de terrorismo.

Los incidentes no se limitan a Estados Unidos. En Canadá, al menos 80 vehículos Tesla fueron vandalizados en un concesionario de Hamilton, en aparente protesta por el apoyo de Elon Musk a Trump.

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Hamilton, un centro de producción siderúrgica, ha sido una de las ciudades más afectadas por los aranceles impuestos por Trump al acero y aluminio canadienses.

Además, dos personas fueron arrestadas en Montreal por atacar un vehículo Tesla, y el Salón del Automóvil de Vancouver decidió excluir a la marca por razones de seguridad.

El impacto político y comercial de estos ataques también se ha reflejado en decisiones gubernamentales.

En la provincia de Columbia Británica, el gobierno local canceló algunos subsidios para la compra de vehículos Tesla en respuesta a los aranceles estadounidenses.