El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió que cualquier aeronave venezolana que represente un peligro para las fuerzas militares de su país en el Caribe será derribada, luego de que su gobierno denunciara que cazas F-16 de la república bolivariana sobrevolaron un buque estadounidense en la zona.
Horas antes, la Casa Blanca ordenó el despliegue de 10 aviones de combate F-35 en un aeródromo de Puerto Rico para operaciones contra cárteles de la droga, mientras que nueve aeronaves del Comando Sur llegaron a Panamá para participar en la fase II de los ejercicios militares Panamax Alpha, vigentes hasta el 15 de septiembre.
Organizaciones sociales panameñas acusaron que las maniobras violan la neutralidad del país y comprometen su soberanía.
Trump defendió las acciones asegurando que busca frenar el flujo de drogas procedentes de Venezuela, al tiempo que reiteró acusaciones contra el presidente Nicolás Maduro, a quien Washington responsabiliza de dirigir una red de narcotráfico y de encabezar al grupo Tren de Aragua, catalogado como organización terrorista por su administración. Caracas ha rechazado de manera tajante estos señalamientos.
El despliegue militar se suma a la presencia de siete buques de guerra y un submarino nuclear en la región, en medio de un clima de creciente tensión.
Trump negó buscar un cambio de régimen en Caracas, aunque insistió en que las elecciones en Venezuela fueron “muy extrañas” y acusó al país sudamericano de abrir sus cárceles y enviar prisioneros peligrosos hacia territorio estadounidense, sin aportar pruebas.