El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó el lunes con federalizar nuevamente la fuerza policial de Washington, D.C., en respuesta a la negativa de la alcaldesa Muriel Bowser de cooperar con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

La orden de emergencia anterior, que colocó a la policía local bajo control federal, expiró la semana pasada sin renovación por parte del Congreso.

Bowser había señalado que la ciudad seguiría trabajando con otras agencias federales, como el FBI, la DEA y el Servicio Secreto, pero excluyendo al ICE en operaciones relacionadas con inmigración.

Trump afirmó en redes sociales que su intervención había contribuido a reducir los índices de criminalidad en la ciudad y advirtió que podría declarar una nueva emergencia nacional si la cooperación con las leyes de inmigración cesa.

Durante el período de emergencia anterior, más del 40 % de los arrestos realizados estaban relacionados con asuntos migratorios, según datos analizados por The Associated Press.

La alcaldesa y su oficina declinaron hacer comentarios sobre la amenaza presidencial, mientras las agencias federales, junto con la Guardia Nacional de D.C. y siete estados, continúan operando en la ciudad.

La amenaza de Trump coincide con la discusión de proyectos de ley en la Cámara de Representantes que afectarían la autonomía del distrito, incluyendo la edad mínima para juzgar a menores por delitos graves y restricciones sobre la autoridad local en sentencias y selección de jueces.

Aunque D.C. tiene autogobierno limitado desde 1973, el control federal mantiene un papel clave en asuntos locales críticos.