En una declaración que escala la tensión geopolítica en el continente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este lunes que su gobierno mantendrá bajo su control los cargamentos de petróleo incautados a Venezuela.

Tras la interceptación de al menos dos buques tanqueros en aguas del Caribe, que transportaban aproximadamente 1.9 millones de barriles de crudo, el mandatario sugirió que el recurso podría integrarse a la reserva estratégica estadounidense o ser comercializado en el mercado internacional, subrayando además que Washington se quedará permanentemente con las embarcaciones capturadas.

Esta acción marca un giro en la justificación de la presencia militar estadounidense en la región, la cual inicialmente se planteó como una operación antinarcóticos. Sin embargo, las recientes declaraciones de la Casa Blanca han puesto el foco directamente en el control de los recursos energéticos venezolanos.

Caracas ha denunciado estas maniobras como actos de “piratería moderna” y ha alertado sobre la letalidad de la operación, señalando que más de 100 personas han muerto en bombardeos contra embarcaciones menores en el Caribe y el Pacífico desde el inicio de esta ofensiva.