El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que saldrá a patrullar las calles de Washington junto a la policía y a efectivos de la Guardia Nacional desplegados en la capital.

El mandatario aseguró que su presencia busca “reducir la criminalidad”, pese a que los índices delictivos se encuentran en su nivel más bajo en tres décadas.

La semana pasada, Trump declaró una “Emergencia de Seguridad Pública”, asumió el control de la Policía de Washington y activó a 800 soldados de la Guardia Nacional.

Posteriormente, seis estados gobernados por republicanos enviaron refuerzos, con lo que el número de militares desplegados supera ya los dos mil.

La medida ha generado un amplio rechazo entre los habitantes de la capital, reflejado en encuestas que muestran una mayoría en contra de la militarización. Críticas también alcanzaron al vicepresidente JD Vance y al secretario de Defensa Pete Hegseth, quienes fueron abucheados durante una visita a tropas en la estación central de trenes.

Además, se han registrado incidentes como el choque de un Humvee contra un vehículo civil, que dejó un conductor herido.

La fiscal general, Pam Bondi, informó que el operativo ya ha dejado 630 arrestos y 86 armas incautadas, además de decenas de detenciones realizadas por agentes migratorios de ICE.

Organizaciones civiles han cuestionado que el despliegue se utilice para incrementar la persecución de migrantes. Trump defendió estas acciones, asegurando que su política migratoria ha impedido nuevas entradas al país en los últimos meses.