El proyecto de presupuesto propuesto por el presidente Donald Trump aún no logra ser aprobado en la Cámara de Representantes, al enfrentar el rechazo de demócratas y algunos republicanos.

La iniciativa contempla un gasto masivo en defensa, migración y recortes fiscales, pero a costa de recortes al gasto social, a programas como Medicaid y a la asistencia alimentaria, lo que ha generado fuertes críticas.

Con una inversión de 4.5 billones de dólares en recortes de impuestos y un aumento estimado de 3.3 billones de deuda en una década, el plan busca cumplir promesas electorales como ampliar el muro fronterizo, fortalecer ICE y permitir la detención indefinida de familias migrantes.

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El gasto en defensa asciende a 350 mil millones de dólares y el presupuesto migratorio incluye 150 mil millones.

Demócratas, encabezados por Hakeem Jeffries, han calificado el plan de “vergonzoso” al señalar que podría dejar a 17 millones de personas sin seguro médico y a millones sin acceso a cupones alimentarios.

Además, organizaciones como el Center on Budget and Policy Priorities han advertido que el 60 % de los beneficios fiscales recaerían en el 10 % más rico del país.

Aunque Trump busca consolidar su candidatura presidencial de 2028 con una política de mano dura, el presupuesto aún enfrenta un panorama legislativo incierto. La oposición bipartidista y la preocupación por el impacto social y fiscal del proyecto podrían obstaculizar su avance definitivo.