El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, arremetió contra China tras la imposición de un arancel del 34 % a todos los productos estadounidenses, en respuesta a sus propios aumentos de aranceles sobre las importaciones chinas.

Trump condenó esta medida y aseguró que las políticas económicas de su administración no cambiarán, sin importar las represalias de otros países. La confrontación entre las dos potencias económicas ha elevado las tensiones comerciales, con efectos negativos en la economía global, generando temores de una posible recesión mundial.

En un mensaje a través de sus redes sociales, Trump afirmó que China había cometido un error al entrar en pánico frente a sus políticas comerciales.

Sin embargo, el presidente estadounidense no anunció planes inmediatos para imponer nuevos aranceles, aunque había prometido previamente que respondería con más tarifas si los países incrementaban las suyas.

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La situación ha sembrado incertidumbre entre los inversores, con los mercados bursátiles experimentando una caída significativa, reflejando el temor a una intensificación de la guerra comercial.

Además de su enfrentamiento con China, Trump mencionó en sus redes sociales que había hablado con el presidente de Vietnam, quien expresó el interés de su país en reducir sus aranceles a cero si se llegaba a un acuerdo con Estados Unidos.

No obstante, el mandatario estadounidense también había impuesto un arancel del 46 % a los productos vietnamitas, lo que subraya la continua escalada de tensiones comerciales.

En un intento por mitigar el impacto, Camboya ofreció reducir sus aranceles, esperando que esto persuadiera a Trump de retrasar la implementación de nuevos gravámenes.