El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha oficializado una demanda millonaria contra la British Broadcasting Corporation (BBC), a la que acusa de distorsionar deliberadamente uno de sus discursos. Según los documentos judiciales presentados, el mandatario solicita una indemnización no menor a los 5,000 millones de dólares, argumentando que la cadena pública británica incurrió en difamación e intento de interferencia electoral.

La querella se centra en un documental del programa BBC Panorama, emitido apenas una semana antes de las elecciones presidenciales de noviembre de 2024. El equipo legal de Trump sostiene que el medio difundió una representación “falsa, engañosa, denigrante y maliciosa” de su figura. Además del monto principal, la demanda exige el pago de intereses, daños punitivos y honorarios legales, solicitando formalmente que el caso sea resuelto mediante un juicio con jurado.

El conflicto ya ha tenido repercusiones profundas dentro de la corporación británica. Tras el estallido del escándalo por la edición del discurso, el director general de la BBC, Tim Davie, y la directora ejecutiva de noticias, Deborah Turness, presentaron sus renuncias el pasado mes de noviembre. Aunque la cadena ofreció una disculpa pública al presidente estadounidense, sus directivos han manifestado que, desde su perspectiva, no existen bases legales sólidas para sustentar un proceso judicial de esta magnitud.

Por su parte, el gobierno del Reino Unido ha tomado distancia de la defensa corporativa de la cadena. La secretaria de Cultura británica admitió recientemente que las preocupaciones en torno a la imparcialidad y el manejo informativo de la BBC son “graves”, en un contexto donde el prestigio del medio público se encuentra bajo un intenso escrutinio internacional debido a este litigio.