Trump descarta ataques a Venezuela pese a despliegue militar en el Caribe
evangelio | 31 octubre, 2025

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que su administración no tiene planes de atacar a Venezuela, a pesar de que la presencia militar estadounidense en el Caribe ha generado preocupación en Caracas sobre un posible intento de derrocar al gobierno de Nicolás Maduro.

“No”, respondió Trump a bordo del Air Force One al ser cuestionado sobre los reportes que sugerían un ataque inminente.

Actualmente, Estados Unidos mantiene ocho buques de la Marina en la región, ha enviado aviones furtivos F-35 a Puerto Rico y un grupo de ataque de portaaviones se dirige al Caribe, según información oficial. La Casa Blanca sostiene que estas maniobras buscan disuadir el narcotráfico.

Desde septiembre, la administración estadounidense ha llevado a cabo operaciones contra embarcaciones presuntamente involucradas en el tráfico de drogas en el Caribe y el Pacífico oriental, que han dejado al menos 62 muertos y la destrucción de 14 barcos y un semisumergible, de acuerdo con cifras del gobierno. Medios estadounidenses han documentado múltiples acciones en ambas cuencas desde entonces.

Además del despliegue naval, EE. UU. ha realizado sobrevuelos con bombarderos estratégicos B-52 y B-1B cerca de la costa venezolana, la más reciente el lunes, elevando la tensión regional. Caracas acusa a Washington de intentar desestabilizar al gobierno de Maduro y habla de “una guerra fabricada”.

Trump reafirmó que el objetivo de las operaciones es combatir el narcotráfico, señalando que las designaciones de cárteles como organizaciones terroristas y la doctrina de “defensa propia” respaldan la ofensiva marítima. Sin embargo, la Casa Blanca no ha publicado pruebas detalladas sobre cada operativo ni la cadena de mando implicada.

La campaña ha generado preocupaciones internacionales por víctimas colaterales en países vecinos y cuestionamientos sobre las reglas de enfrentamiento, mientras juristas señalan que el derecho internacional limita el uso de la fuerza contra civiles no combatientes.

Pese a la tensión, Estados Unidos defiende la legalidad de las interdicciones letales en alta mar y asegura que continuará con las operaciones para frenar el flujo de drogas hacia su territorio. La región, mientras tanto, mantiene alta alerta por el despliegue militar estadounidense.

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