La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, informó este viernes que los ingresos derivados de los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump a los principales socios comerciales de Estados Unidos se utilizarán para disminuir la deuda nacional.

Según explicó, esta medida busca evitar que el país siga acumulando una carga financiera que, en sus palabras, amenaza con llevar a la bancarrota a futuras generaciones.

Leavitt destacó que Trump proyecta obtener billones de dólares mediante esta estrategia y confía en que el retorno de esos recursos al país permitirá “poner a Estados Unidos en verde”. En particular, se refirió a los recientes aranceles del 145 por ciento impuestos a productos procedentes de China como parte de una política comercial más agresiva.

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La funcionaria también aseguró que el presidente está preparado para responder con mayor firmeza a cualquier represalia del gobierno chino. “Cuando Estados Unidos reciba un puñetazo, devolverá el golpe con más fuerza”, afirmó, reiterando que el objetivo es proteger al trabajador y a las empresas estadounidenses frente a lo que calificó como prácticas comerciales injustas.

Finalmente, Leavitt subrayó que la confrontación con China en materia comercial ha sido una demanda compartida tanto por demócratas como por republicanos durante décadas, pero que es la actual administración la que está tomando medidas “audaces y valientes” para corregir el rumbo económico del país.