El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este martes un decreto que eleva del 25 % al 50 % los aranceles a la importación de acero y aluminio, con efecto a partir de este miércoles a las 00:01 horas (EST).

La medida, amparada en la sección 232 por razones de “seguridad nacional”, busca fortalecer la industria metalúrgica estadounidense, que, según el texto, aún no ha alcanzado niveles óptimos de capacidad productiva.

Sin embargo, el decreto incluye una excepción: el Reino Unido quedará temporalmente exento del incremento.

Esto, en reconocimiento a un principio de acuerdo firmado el 8 de mayo entre ambos gobiernos, el llamado Acuerdo de Prosperidad Económica (EPD, por sus siglas en inglés), que contempla compromisos británicos en materia de seguridad de la cadena de suministro y transparencia en la propiedad de las plantas productoras.

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En consecuencia, las importaciones de acero y aluminio procedentes del Reino Unido continuarán gravadas con el arancel del 25 %, aunque la medida será revisada el 9 de julio.

En esa fecha, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, podrá modificar los aranceles o imponer contingentes, dependiendo del cumplimiento del acuerdo por parte de Londres.

El decreto también advierte que los productos que contengan acero o aluminio estarán sujetos al nuevo arancel solo en proporción al contenido metálico, y establece sanciones severas para importadores que incumplan con los requisitos de declaración del contenido de estos materiales.

La medida envía el mensaje de que Estados Unidos mantendrá la presión comercial mientras no se garantice una protección suficiente para sus industrias estratégicas, aunque abre la puerta a acuerdos bilaterales específicos como el firmado con el Reino Unido.