El expresidente Donald Trump se alzó con la victoria en los caucus presidenciales republicanos de Nevada, sumando su tercera victoria estatal consecutiva en su intento por asegurar la nominación a la Casa Blanca.
Trump fue el único aspirante de peso que participó en las asambleas partidarias, ya que su principal rival, la exembajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Nikki Haley, no se presentó, calificando el proceso como injusto.
El triunfo de Trump en Nevada le otorga la mayoría, si no todos, de los 26 delegados estatales, acercándolo a la cifra necesaria de mil 215 para asegurar formalmente la nominación del Partido Republicano, la cual podría alcanzar en marzo.
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En su discurso tras ganar en Las Vegas, Trump se mostró ansioso por declarar su victoria en la próxima contienda en Carolina del Sur, afirmando que están por delante de todo el mundo.
Aunque Trump ha sido el favorito, se considera que los caucus de Nevada están especialmente inclinados a su favor debido al intenso apoyo de las bases que debe recabar un candidato en todo el estado para ganar.
Los caucus suelen exigir a los participantes que acudan personalmente a una reunión en un día y hora determinados, mientras que la participación en las elecciones puede ser más flexible.