El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha comenzado su segundo mandato con una medida polémica: la firma de una orden ejecutiva para conceder el indulto a las personas condenadas por su participación en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.

En un acto realizado el primer día de su nuevo mandato, Trump expresó su expectativa de que los aproximadamente mil 500 afectados por la medida salgan de prisión lo más pronto posible.

La decisión de Trump se produce en un contexto en el que ha mantenido una postura firme respecto a los manifestantes que tomaron el Capitolio, quienes, según el presidente, han sido tratados injustamente.

En declaraciones previas, Trump calificó a los condenados de “rehenes” del Gobierno del presidente Joe Biden y acusó a la administración demócrata de haberlos maltratado.

En diciembre pasado, el mandatario afirmó que su gobierno estudiaría cada caso de manera individual, sosteniendo que la gran mayoría de los participantes en el asalto “no deberían estar en la cárcel”.

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El asalto al Capitolio, ocurrido tras la derrota de Trump en las elecciones presidenciales de 2020, dejó un saldo trágico de cinco muertos y decenas de heridos. El ataque fue perpetrado por un grupo de seguidores del entonces presidente, quienes irrumpieron en el Congreso de Estados Unidos para interrumpir la certificación de la victoria de Joe Biden.

Durante los disturbios, Trump había incitado a sus partidarios a marchar hacia el Capitolio con el fin de “prevenir el robo” de las elecciones.

De los más de mil 570 acusados por el asalto, más de mil 200 han sido condenados o se han declarado culpables. De estos, al menos 645 enfrentan penas de prisión, que van de unos pocos días a 22 años.

Al día de hoy, unas 250 personas permanecen detenidas, y un número reducido se encuentra en prisión preventiva bajo órdenes judiciales.