El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que el nuevo arancel del 50 % a las importaciones de cobre entrará en vigor el próximo 1 de agosto. La medida, según el mandatario, responde a una “rigurosa evaluación de seguridad nacional” y forma parte de su estrategia para revitalizar la industria minera del país.
Trump ya había adelantado el martes la imposición del gravamen y dejó abierta la posibilidad de aplicar otro, de hasta 200 %, a productos farmacéuticos si sus fabricantes no trasladan sus operaciones a territorio estadounidense. Este anuncio se suma a las tarifas impuestas anteriormente al acero y al aluminio bajo criterios similares.
El mandatario criticó a la administración anterior por, según sus palabras, haber debilitado la industria del cobre en Estados Unidos.
En una publicación en Truth Social, afirmó que el nuevo arancel busca revertir “la desconsiderada y estúpida política de la Administración Biden” y declaró que el país está entrando en una nueva “edad de oro” para el sector.
El anuncio se da en el marco del vencimiento del plazo otorgado a socios comerciales para negociar nuevos gravámenes que sustituyan a los recíprocos.
Hasta ahora, Washington solo ha cerrado acuerdos con China, el Reino Unido y Vietnam. El cobre es un insumo clave para diversas industrias, y en 2024, casi la mitad del consumo nacional fue cubierto por importaciones, principalmente desde Chile y Canadá.