El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó su intención de declarar el estado de emergencia nacional y utilizar al ejército para llevar a cabo una deportación masiva de migrantes.
La noticia fue anunciada por el director de la organización conservadora Judicial Watch, Tom Fitton, quien publicó en Truth Social que la próxima administración está lista para combatir lo que él describe como una “invasión” permitida por el presidente saliente, Joe Biden.
En declaraciones anteriores, Trump había manifestado que la Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las expulsiones de migrantes en situación irregular, y advirtió que, de no ser así, recurriría a las tropas federales.
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Desde su victoria electoral, el republicano ha intensificado sus esfuerzos para implementar esas políticas, acusando a los migrantes de “envenenar la sangre” de Estados Unidos.
Además, Trump nombró a Tom Homan como “zar de la frontera”, lo que ha generado preocupación entre las organizaciones de derechos humanos, dado el historial de Homan en la aplicación de políticas migratorias severas, incluyendo la separación de miles de niños de sus padres entre 2017 y 2018.
Junto a él, designó a Kristi Noem al frente del Departamento de Seguridad Interior y a Mike Waltz como asesor de Seguridad Nacional.