El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró que podría recurrir a la Ley de Insurrección de 1807 para desplegar a las Fuerzas Armadas con el fin de reprimir protestas violentas en el estado de California.
La ley en cuestión permite al presidente movilizar al Ejército en casos de insurrección, rebelión u obstrucción a la ley, sin necesidad de autorización del Congreso.
“Si hay una insurrección, ciertamente la invocaría”, afirmó Trump al responder a una pregunta de la prensa durante una conferencia.
El mandatario señaló que algunas zonas de Los Ángeles ya presentan condiciones que podrían considerarse como tales, lo cual justificaría, a su juicio, el uso de esta medida extraordinaria. Calificó a algunos manifestantes como “insurrectos a sueldo”.
El mandatario aseguró que su intervención ha evitado una escalada mayor de violencia. “De no haber enviado tropas federales, Los Ángeles estaría ardiendo hasta los cimientos”, expresó.
Las protestas han estallado en la ciudad tras operativos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), que incluyen redadas y detenciones por supuestas violaciones a leyes migratorias.
Estas declaraciones surgen en un contexto de creciente tensión social en California, donde organizaciones civiles han denunciado abusos de autoridad y uso excesivo de la fuerza.
El posible uso de la Ley de Insurrección ha generado preocupación entre líderes locales, quienes advierten sobre el riesgo de una militarización de la respuesta a la protesta social.