El candidato republicano a las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos, Donald Trump, expresó inquietudes sobre su participación en un debate programado con la actual vicepresidenta Kamala Harris, que se llevará a cabo el 10 de septiembre.

Por medio de su plataforma Truth Social, Trump cuestionó la imparcialidad de la cadena ABC, anfitriona del evento, y se preguntó públicamente: “¿Por qué haría el debate contra Kamala Harris en esa cadena?”.

La controversia se intensificó por un comunicado emitido por el equipo de campaña de Harris, que reveló discrepancias sobre el manejo de los micrófonos durante el debate.

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Uno de los asesores de Harris, Brian Fallon, argumentó que ambos micrófonos deberían permanecer abiertos durante toda la discusión, sugiriendo que los asesores de Trump temen que su candidato no pueda mantener un comportamiento adecuado durante los 90 minutos del debate.

Esa demanda de micrófonos abiertos se basa en el debate del 27 de junio entre Trump y Joe Biden, donde se acordó que los micrófonos de ambos candidatos se silenciaran cuando no les correspondía hablar, a petición del entonces candidato demócrata, Biden.

Sin embargo, según el sitio web Politico, Harris prefiere un formato más dinámico, donde ambos candidatos puedan interactuar libremente, dado que su oponente tiende a interrumpir, lo que podría complicar el desarrollo de un debate estructurado.

Las recientes encuestas muestran que Kamala Harris mantiene una ligera ventaja sobre Trump, pero su equipo es consciente de la importancia de consolidar esa posición antes de los comicios de noviembre.