El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, planea una serie de más de 25 decretos y directivas en su primer día en el cargo, el 20 de enero.
Con esa medida, busca remodelar drásticamente la política del Gobierno en áreas clave como inmigración y energía.
De acuerdo con fuentes cercanas a la iniciativa, Trump ha señalado a su equipo su intención de hacer un “gran chapoteo” en su primer día, adoptando un enfoque de acción ejecutiva más agresivo que durante su primer mandato.
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La portavoz de Trump, Karoline Leavitt, afirmó que el pueblo estadounidense puede esperar que el presidente cumpla las promesas de su campaña desde el primer momento.
Se anticipa que las primeras órdenes se centren en revertir las políticas migratorias consideradas demasiado permisivas por la administración Biden, lo que incluiría facilitar la detención de inmigrantes sin antecedentes penales, aumentar la presencia militar en la frontera con México, y reiniciar la construcción del muro fronterizo.
Además, Trump planea abordar la producción de energía y cuestionar la ciudadanía por derecho de nacimiento.
El esfuerzo está siendo coordinado por Stephen Miller, exasesor de Trump, quien ahora ocupa un puesto clave en el segundo mandato del presidente.
Aunque los decretos pueden ser impugnados en los tribunales, los asesores de Trump se muestran optimistas ante el inicio de este controvertido periodo.