La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aseguró este jueves que el presidente Donald Trump “puso fin a la crisis migratoria” en la frontera sur de Estados Unidos, cumpliendo, dijo, su promesa de campaña de frenar la “invasión migrante”.
De acuerdo con datos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), el 2 de julio la patrulla fronteriza interceptó a 6 mil 70 personas que intentaron ingresar sin visa desde México, lo que representa una reducción del 15 % respecto a marzo. El 28 de junio solo se detuvieron a 137 migrantes, la cifra diaria más baja en 25 años.
El DHS también informó que por segundo mes consecutivo no se ha liberado a ningún migrante interceptado, ni siquiera a solicitantes de asilo.
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“La frontera está cerrada para quienes infringen la ley”, señaló la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, quien también reiteró que el programa de expulsiones rápidas se mantiene activo.
A nivel nacional, la patrulla fronteriza registró 8 mil 39 intercepciones en el mismo periodo, marcando un nuevo hito en control migratorio.
Organizaciones defensoras de derechos humanos han comenzado a cuestionar la legalidad de estas medidas, pero la administración Trump sostiene que se trata de una “estrategia efectiva y disuasiva”.