El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, instó este viernes a los gobernadores del país a impulsar la pena de muerte como medida contra los narcotraficantes, destacando que esta podría ser una solución al creciente problema del tráfico de drogas, especialmente en relación con el fentanilo proveniente de China.
Trump sugirió que los países asiáticos que aplican la pena capital contra los narcotraficantes no enfrentan el mismo nivel de problemas con las drogas, haciendo un paralelo con la situación en Estados Unidos.
Durante su participación en una reunión con gobernadores en la Asociación Nacional de Gobernadores, el mandatario subrayó que había discutido previamente este tema con el presidente chino, Xi Jinping.
Trump aseguró que China ejecuta a los traficantes de drogas y defendió que, en su opinión, este tipo de medidas podría ser una forma “humana” de combatir el tráfico de drogas, citando que cada traficante de drogas, en promedio, mata al menos a 500 personas.
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El presidente también dejó claro que, si bien la implementación de la pena de muerte en Estados Unidos dependería de las leyes de cada estado, estos tienen el derecho de adoptar la medida si así lo deciden.
En su intervención, Trump señaló que aquellos que realmente deseen erradicar las drogas en sus territorios deberían considerar esta opción.
Su declaración fue respaldada por algunos gobernadores republicanos, aunque sus comentarios generaron polémica y oposición en diversos sectores.
La propuesta de Trump se da en el contexto de la creciente crisis por el fentanilo y otros opiáceos en Estados Unidos, un tema que ha sido central en su agenda de lucha contra las drogas.
La discusión sobre la pena de muerte en estos casos se suma al debate sobre la criminalización de los narcotraficantes y las políticas públicas frente a la epidemia de opioides en el país.