Trump propone que el dinero de Obamacare se entregue directamente a los ciudadanos
evangelio | 9 noviembre, 2025

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propuso que los fondos destinados al sistema de salud conocido como Obamacare sean entregados directamente a los ciudadanos, en lugar de canalizarse a las aseguradoras y prestadores de servicios. La declaración, difundida a través de su red social Truth Social, reavivó el debate sobre el futuro de la Affordable Care Act, una de las políticas sanitarias más importantes de las últimas décadas en el país.

“Recomiendo a los republicanos del Senado que los cientos de miles de millones de dólares que actualmente se envían a las compañías de seguros se entreguen directamente a la gente, para que puedan adquirir su propia asistencia sanitaria”, escribió Trump, argumentando que el sistema actual “absorbe el dinero” y “falla en ofrecer cobertura de calidad”.

La propuesta, que busca modificar la estructura de subsidios federales, fue presentada en medio de un contexto político tenso: Estados Unidos enfrenta el cierre más prolongado de su gobierno federal, y los presupuestos de salud figuran entre los principales puntos de disputa entre republicanos y demócratas.

Según la Kaiser Family Foundation, los subsidios de la ACA han permitido que más de 24 millones de estadounidenses mantengan cobertura médica desde 2021. Los créditos fiscales federales cubren hasta el 85 % de las primas en los casos de menores ingresos. Los economistas advierten que eliminar o redirigir esos fondos sin un plan alternativo podría dejar a millones de personas sin acceso a seguros asequibles y provocar un aumento inmediato de costos hospitalarios.

Los demócratas calificaron la propuesta como un intento de “desmantelar el sistema sanitario sin ofrecer una opción viable”. La senadora Elizabeth Warren sostuvo que “transferir dinero a los ciudadanos sin un mercado regulado de seguros es una forma encubierta de destruir la cobertura pública”, mientras que los republicanos más cercanos a Trump celebraron la medida como una “devolución del control a los contribuyentes”.

La reforma sanitaria ha sido uno de los temas más divisivos en la política estadounidense de los últimos quince años. La Affordable Care Act, promulgada en 2010 durante el gobierno de Barack Obama, buscó ampliar la cobertura y reducir el costo de la atención médica. Desde su creación, los republicanos han intentado modificarla o derogarla más de 70 veces, argumentando que representa una carga fiscal excesiva y una intromisión del Estado en el mercado privado.

De acuerdo con un análisis de Reuters, los fondos federales destinados a subsidios de la ACA superan los 120 mil millones de dólares anuales, mientras que el gasto total del sistema de salud estadounidense alcanza casi el 18 % del PIB, el más alto del mundo.

El anuncio de Trump ocurre además en un contexto electoral anticipado. Sus asesores han reconocido que la reforma sanitaria será uno de los ejes de su campaña de reelección, junto con la reducción de impuestos y la desregulación económica. En 2017, el entonces presidente ya había intentado derogar parcialmente el Obamacare sin lograr la aprobación del Senado.

El nuevo planteamiento, sin embargo, mantiene incertidumbre: la Casa Blanca no ha presentado aún una propuesta legislativa formal ni explicó cómo se garantizaría la cobertura para personas con enfermedades preexistentes o ingresos bajos, grupos protegidos por la ley actual.

Mientras tanto, la oposición advierte que el discurso presidencial busca ganar terreno político apelando al descontento social por los altos costos médicos. “Trump no está hablando de salud, está hablando de campaña”, escribió el Washington Post en su editorial dominical.

La propuesta podría volver a dividir al Congreso, pero también marca el regreso de un viejo debate que sigue sin resolverse: quién debe pagar por la salud en el país más rico del mundo.

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