El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propuso esta semana aumentar los impuestos a los ciudadanos con mayores ingresos como parte de su denominado “Gran y Hermoso Proyecto de Ley”.
En conversaciones recientes con el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, Trump insistió en que el Congreso debe avanzar en esta dirección, una postura inusual dentro del Partido Republicano, según revelaron medios como The Washington Post y CNN.
Sin embargo, la iniciativa se enfrenta a una fuerte oposición interna. Mientras algunos legisladores centristas rechazan recortes en programas sociales como Medicaid, otros sectores más conservadores exigen reducciones más agresivas del gasto público.
Estas divisiones complican el avance del proyecto, que aspira a reformar integralmente la estructura fiscal y presupuestaria del país.
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El secretario del Tesoro, Scott Bessent, respaldó la propuesta de Trump al sugerir una nueva categoría impositiva para quienes ganan más de cinco millones de dólares al año.
Además, la iniciativa contempla el cierre de vacíos legales que benefician a gestores de fondos de inversión y grandes propietarios de estadios, lo que aumentaría la recaudación fiscal sin afectar directamente a las clases medias.
Pese a estos planteamientos, la propuesta ha generado escepticismo entre los senadores republicanos. El senador Josh Hawley se mostró abierto a elevar la carga fiscal a los más acaudalados, pero admitió que esta postura no es compartida por la mayoría de sus colegas.
La falta de consenso en el Congreso pone en duda la viabilidad del ambicioso plan fiscal impulsado por el exmandatario.