El presidente Donald Trump anunció este lunes que Estados Unidos se retirará por segunda vez del Acuerdo Climático de París.

Al asumir su segundo mandato, Trump tomó una decisión que representa un desafío significativo a los esfuerzos globales para combatir el cambio climático.

En un comunicado oficial, la Casa Blanca confirmó que esta medida busca reafirmar la soberanía energética del país y desvincularse de compromisos internacionales que, según el mandatario, limitan el crecimiento económico y el desarrollo de la industria energética estadounidense.

Además de la retirada, Trump declaró una “emergencia energética nacional” con el propósito de ampliar las operaciones de perforación petrolera y gasífera, al tiempo que eliminó normas de contaminación vehicular que describió como un “mandato de vehículos eléctricos”.

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Estas decisiones, justificadas por el presidente como medidas para enfrentar una crisis inflacionaria que atribuyó al aumento de los precios de la energía, han despertado una intensa crítica tanto a nivel nacional como internacional.

Los expertos advierten que la retirada de Estados Unidos podría minar los esfuerzos globales para reducir la dependencia de los combustibles fósiles.

Laurence Tubiana, directora general de la Fundación Europea del Clima y una de las arquitectas del Acuerdo de París, calificó la decisión como “lamentable”, pero aseguró que la cooperación climática internacional se mantendrá resiliente frente a políticas unilaterales.

Este anuncio coincide con un aumento alarmante de las temperaturas globales, que han superado el umbral crítico de 1.5 grados Celsius en los últimos dos años, exacerbando fenómenos climáticos extremos.