El ministro de Relaciones Exteriores turco, Hakan Fidan, afirmó que Turquía está dispuesta a llevar a cabo una ofensiva transfronteriza en el noreste de Siria si la milicia kurda YPG no atiende las demandas del Gobierno.

Las YPG, que han sido clave en la lucha contra el autoproclamado Estado Islámico (ISIS), son consideradas por Ankara como un grupo terrorista vinculado al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que ha estado en conflicto con el Estado turco durante décadas.

Las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), a las que pertenecen las YPG y que cuentan con el respaldo militar de Estados Unidos, han gestionado varias áreas del noreste sirio en un lugar marcado por la inestabilidad.

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Fidan destacó que la responsabilidad de gestionar las prisiones y campos donde están recluidos miembros del Estado Islámico recaerá sobre las fuerzas turcas si los nuevos gobernantes de Siria no son capaces de tomar el control.

La YPG, o Unidades de Protección Popular, ha sido una figura importante en la guerra civil siria desde su fundación en 2011, logrando notoriedad mundial tras liderar la ofensiva que liberó Raqqa de las garras del ISIS en 2017.

Las fuerzas kurdas, que también promueven un modelo de autonomía conocido como Rojava, deben equilibrar sus objetivos de autonomía con la amenaza constante de una acción militar turca y la guerra civil.