Uno

Las calles de Pátzcuaro están convertidas en una especie de feria. Los altares por Noche de Muertos, que se han colocado en distintos puntos del municipio, se acompañan con atractivos que pretenden completar la festividad.

Por todos lados hay turistas, los hay nacionales y extranjeros. Algunos caminan con el rostro pintado, otros disfrazados y están los que cuentan con su guía personalizado que les explica cada detalle de lo que van observando.

Mientras unos niños bailan a las afueras del exconvento Jesuita al ritmo de un músico callejero, en la plaza principal la gente se aglutina para observar las artesanías, pero también los caballos, el performance, el espectáculo musical y demás montajes que se han preparado para el día.

“Yo pensé que iba a ser gratis, pero el municipio nos cobró mil 200 pesos por instalarnos”, se queja un artesano y explica que la dinámica ha sido implementada por el Ayuntamiento de Pátzcuaro, lo que ha obligado a muchos a incrementar el precio de sus piezas, “porque si no salimos bailando”.

Dos

En las carreteras, donde parece que hasta la luna tiene frío, se percibe un silencio que acerca a las personas más a la tradición. La zona geográfica de la ribera del lago de Pátzcuaro conecta a varias comunidades en las que las velas aparecen de tanto en tanto.

En Santa Fe de la Laguna, perteneciente al municipio de Quiroga, se amontonan los autobuses y camionetas de turismo. Los perros reciben a los visitantes y también los acompañan por las calles.

A comparación de otras comunidades, aquí la festividad se centra en los hogares y no tanto en el cementerio, por lo que a cambio de una ofrenda, las familias invitan a los visitantes a pasar la noche junto a ellos para recordar a sus seres queridos.

En la plaza del pueblo, se tiene una exhibición de altares, pero se han añadido elementos adicionales relacionados con la película Coco estrenada en 2017 y que fue inspirada en Santa Fe de la Laguna, por lo que la comunidad se ha convertido en una locación más de Disney.

Un niño disfrazado de Miguel, personaje principal de la trama infantil, es el más popular del lugar. Se toma fotografías y sonríe a los extranjeros mientras lleva sobre sus manos una guitarra similar a la de la película.

A unas cuadras de este punto, otra fila se prolonga por la calle. Se trata de la casa de María Salud Ramírez Caballero, mujer que falleció el año pasado y que motivó a la creación del personaje de Mamá Coco.

Aunque en octubre del 2022 murió, su casa se ha convertido en un auténtico museo, en el que los visitantes pueden observar artículos personales de Salud Ramírez, fotografías, un monumental altar y, por supuesto, souvenirs para el recuerdo.

Tres

En Tzintzuntzan lo más difícil es llegar al panteón, pero hay quienes ni siquiera lo intentan. Por la avenida principal sobran los puestos de comida, bebidas, ropa, juegos y demás actividades de entretenimiento en la que muchos prefieren quedarse.

Al ritmo de música de viento, las botellas pasan de un lado a otro y aunque el reloj ya supera las dos de la mañana, da la impresión de que la fiesta apenas va comenzando.

En los pasadizos del cementerio municipal, la fiesta no baja los decibeles. Es, quizá, el punto donde más latas de cerveza y los vasos de mezcal van de un lado a otro y en el que la afluencia de gente no cede en ningún momento.

A ese ritmo de fiesta patronal, se suma el cempasúchil, los rezos, la devoción y la espera por un ser querido que seguro se encontrará con una tradición cada vez más mezclada y folclórica.