Las unidades deportivas del Instituto Municipal de Cultura Física y Deporte (Imcufide) y la Comisión Estatal de Cultura Física y Deporte (Cecufid) carecen de guarderías para apoyar a las mamás deportistas de alto rendimiento.

Una de las dificultades que enfrentan las madres, es que tienen que reducir la actividad física cuando tienen hijos, pues no encuentran con quién apoyarse para continuar con sus entrenamientos.

Así lo expresó María Fernanda Contreras, quien practica atletismo, pero reconoció que la intensidad de sus entrenamientos vino a la baja desde que tuvo a su primer hijo.

“Antes yo entrenaba diario y participaba en muchas carreras, pero al tener a mi bebé todo eso cambió, pues gran parte de mi tiempo lo dedicó a su cuidado y obviamente la energía ya no es la misma”.

Para la atleta michoacana, una estancia infantil en las unidades deportivas de la ciudad sería beneficiosa, puesto que lamentó que al ser madres da la impresión de que las mujeres pierden el derecho a hacer deporte.

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Una situación similar es la que vive Mónica Tejeda, jugadora de bádminton, quien refirió que al ser madre soltera, se le complica seguir la misma rutina de entrenamientos.

“Una guardería sería genial porque mientras nosotros nos damos un tiempo para hacer deporte, tenemos la confianza de que nuestros niños están en buenas manos y eso dota de tranquilidad, pues ahora yo vengo a ejercitarme solo cuando tengo la posibilidad de que alguien cuide a mi niño”, expresó.

Son pocas las mamás que pudieron continuar su carrera en el alto rendimiento y, un ejemplo de ello, es la boxeadora Soledad Vargas, quien recientemente fue campeona mundial en su peso.

Sin embargo, debido a que fue madre, compartió que tuvo que alejarse del deporte por un periodo de un año, pero para su fortuna, recalcó que encontró el apoyo en su esposo y entrenador.