Uruapan: el alcalde habla de “guerra sucia” y acusa a sus opositores de buscar su caída
evangelio | 26 octubre, 2025

El presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo, denunció la existencia de una “guerra sucia” en su contra y aseguró que detrás de las críticas a su administración existe una estrategia política para desestabilizar al gobierno independiente que encabeza.

A través de una publicación en redes sociales, Manzo afirmó que los ataques provienen de “adversarios políticos dañados y frustrados” que, según dijo, perdieron poder y privilegios tras ser derrotados en las urnas. Sostuvo que dichas personas habrían emprendido una campaña de desprestigio basada en insultos, desinformación y presiones hacia la ciudadanía.

“El único objetivo de nuestros adversarios es derrocar al gobierno independiente de Uruapan”, escribió el alcalde, quien señaló que los intentos por difamar su gestión “se les revierten en contra”.

El pronunciamiento se enmarca en la narrativa del movimiento “Del Sombrero”, que impulsó a Manzo al poder en una elección marcada por el desencanto hacia los partidos tradicionales. Su llegada representó una ruptura con las estructuras políticas que por años se alternaron el control de Uruapan, lo que despertó tanto respaldo ciudadano como resistencias políticas.

Sin embargo, esa independencia también ha implicado aislamiento institucional y fricciones con distintos actores. Desde el inicio de su gestión, el alcalde ha tenido que navegar entre la confrontación y la negociación, defendiendo la autonomía de su proyecto mientras enfrenta cuestionamientos por los resultados en materia de seguridad y administración pública.

Entre la narrativa y la realidad

El mensaje del edil surge en un momento en que Uruapan enfrenta un repunte de violencia, con casi una veintena de homicidios dolosos solo en octubre. Las cifras contrastan con la percepción de estabilidad que el gobierno local intenta proyectar, y colocan nuevamente a la ciudad entre los municipios con mayores desafíos en materia de seguridad.

En ese contexto, el discurso de Manzo busca reafirmar el carácter ciudadano de su administración, pero también deja ver la dificultad de sostener un liderazgo independiente en un entorno político y delictivo tan fragmentado. Mientras sus seguidores interpretan el mensaje como una defensa legítima, sus críticos lo leen como una estrategia para desviar la atención de los problemas locales.

El peso político de Uruapan

Uruapan es el segundo municipio más poblado de Michoacán y un punto clave en la política estatal. Su control tiene implicaciones que rebasan lo local: es territorio de competencia electoral, de intereses económicos y de disputa narrativa entre partidos y movimientos emergentes.

Por ello, cada declaración pública del alcalde trasciende la coyuntura. Para unos, su gobierno representa una alternativa frente al sistema partidista; para otros, una administración que aún no logra traducir su independencia en resultados concretos. En medio de esas percepciones contrapuestas, la ciudadanía se mantiene como el juez silencioso de un experimento político que busca sostenerse entre la crítica, la violencia y la incertidumbre.

En Uruapan, la política se ha vuelto una batalla por la interpretación de los hechos. Mientras el alcalde denuncia una guerra sucia, la realidad social y la percepción ciudadana siguen librando su propio pulso.

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