Miles de habitantes de Uruapan salieron este viernes a las calles para exigir justicia por el asesinato del alcalde Carlos Manzo Rodríguez y pedir el fin de la violencia que golpea a su municipio.

Desde temprano, familias enteras, comerciantes, estudiantes y colectivos ciudadanos comenzaron a reunirse en distintos puntos de la ciudad. Vestidos de blanco en señal de paz y algunos de negro, en memoria del edil asesinado, los manifestantes avanzaron con pancartas, flores y sombreros como el que solía portar Manzo, convertido hoy en símbolo de unión.

La movilización, encabezada por Raquel Ceja, abuela del alcalde, recorrió las principales avenidas hasta llegar a la Plaza Morelos, donde el silencio de cientos de personas contrastó con el eco de una sola demanda: “Queremos vivir sin miedo”.

“Uruapan no puede acostumbrarse a la violencia. No queremos más familias rotas ni autoridades enlutadas”, expresó uno de los asistentes durante la concentración.

Mientras tanto, el sector empresarial de la ciudad decidió sumarse al llamado ciudadano con un paro simbólico, cerrando sus negocios como muestra de solidaridad.

Se espera que al finalizar la marcha, Grecia Quiroz, alcaldesa sustituta y viuda de Carlos Manzo, dirija un mensaje a la población, en el que reiterará el compromiso de continuar el trabajo de su esposo y exigir a los gobiernos estatal y federal acciones concretas para recuperar la seguridad.

La multitudinaria manifestación, una de las más grandes en la historia reciente de Uruapan, reflejó el hartazgo de una comunidad que, pese al luto, busca reconstruir la paz con dignidad y memoria.